martes, 16 de septiembre de 2008

aves endemicas de piura




Regiones de endemismo
En la conservación de la biodiversidad el tema de endemismo es un criterio importante debido a que estas especies, con rangos de distribución restringida, son más susceptibles a la extinción. Esto está reflejado en el hecho de que de las 62 especies de aves que se han extinguido en el mundo en los últimos 200 años, un 80% tenía rangos restringidos (Stattersfield et al., 1998). También se debe considerar que entre las aves hay especies con requerimientos ecológicos muy estrechos (especialistas), que dependen de un cierto tipo de hábitat, mientras otras especies existen en una amplia gama de hábitats (generalistas). En este sentido, no toda especie endémica enfrenta amenazas sobre su supervivencia y en cierto modo son las especies endémicas y con requerimientos ecológicos estrechos las que tienen mayor probabilidad de estar en situaciones de vulnerabilidad.
Vinculado al tema de especies endémicas está el de las regiones de endemismo o áreas de aves endémicas, las cuales son simplemente zonas donde dos o más especies endémicas se superponen en distribución. Los conceptos de lo que constituye una especie o región endémica depende del criterio que se utilice, siendo Stattersfield et al. (1998) los que proveen el análisis más completo y global hasta la fecha sobre estos temas en aves. Debe notarse que no todas las especies endémicas de una región compartirán exactamente los mismos requerimientos ecológicos. En algunos casos hay una diferencia marcada entre los hábitats de distintas especies, tanto que, por ejemplo, dos especies de la misma región de endemismo jamás podrían ser encontradas juntas. Sin embargo, la importancia de tales regiones radica en que presentan oportunidades para una sola iniciativa de conservación (por ejemplo, la adquisición de un bosque), lo que puede resultar beneficioso para más de una especie amenazada. También, el concepto permite una dar prioridad a sitios en función del número de especies endémicas, número de especies amenazadas, grado de deforestación o alteración de los hábitats naturales, etc. Considerando ello, la región de endemismo tumbesina está clasificada entre las áreas de endemismo de mayor importancia del mundo.
De las 218 regiones de endemismo identificadas en el mundo, la tumbesina está entre las cuatro primeras de mayor importancia (Stattersfield et al., 1998). Extendida a lo largo de la costa de Ecuador y el norte de Perú (Fig. 1), la región es conocida por albergar por lo menos 55 especies endémicas, de las cuales sólo tres no están registradas en el Perú. De estas 55 especies endémicas 16 son actualmente consideradas como amenazadas (Bird Life Internacional, 2004). Los bosques de la región varían entre matorral desértico, bosque seco y bosques más húmedos a altitudes mayores. Aunque esta región tiene una extensión de unos 130000 km2, la mayor parte de los bosques naturales ya han sido destruidos.
La otra región de interés es la del sur de los Andes centrales, que se extiende en parches desde el centro del Ecuador hasta la parte alta de la cuenca del Marañón, cubriendo en total una extensión de unos 10000 km2 (Figura 1). El hábitat se caracteriza por bosques tropicales de montaña y bosques nublados, entre los 1500 a 3500 m. Se considera que hay ocho especies endémicas a esta región, de las cuales dos están amenazadas.








El Neotropico

El Neotrópico es un ecozona terrestre que incluye América del Sur, Centroamérica, y el Caribe. Tiene fauna y flora diferente de la región neártica por su separación temprana del continente del norte. Esta ecozona incluye Sur y Centroamérica, las tierras bajas mexicanas, las islas caribeñas, y Florida del Sur, porque estas regiones comparten un gran número de plantas y grupos de animales. A veces se usa el término como un sinónimo para el área tropical de América del Sur, aunque la ecozona también incluye la zona templada de América del Sur.

El Neotrópico o región neotropical incluye los mayores bosques tropicales (la selva húmeda tropical y subtropical) que cualquier otra ecozona, extendiéndose desde el sur de México a través de Centroamérica y norte de Sudamérica al sur de Brasil, incluso la inmensa selva del Amazonas. Estas ecorregiones de la Selva húmeda son unas de las reservas más importantes de biodiversidad en la Tierra. La deforestación extensa a finales del siglo XX, ha reducido esta diversidad en alto grado.




Estos selvas son el hábitat de diversos pueblos indígenas o aborígenes que vivien en ellas y mantienen sus variantes culturales autónomas y tradicionales de subsistencia dentro de este ambiente. El número de tribus se encuentran relativamente intactos de la influencia externas, continúan rechazando significativamente, la cultura occidental, la urbanización, caminos, las industrias deforestadoras que usurpan la tierra y destruyen el ambiente.
Exclusivamente en América del Sur hay unos 350 a 400 idiomas indígenas o dialectos hablados aún (se estima que había 1.500 en los primeros contactos con los europeos), hay aproximadamente 37 familias de idiomas diferentes y un gran número aún no clasificados de idiomas. Muchos de estos idiomas y sus culturas están en peligro. La conservación de la zona neotropical es una preocupación política candente, y hay muchos argumentos sobre el desarrollo que juega en contra de los indígenas, los derechos ecológicos y la propiedad de recursos naturales.
La ecorregión del bosque templado de América del Sur, que es denominado Bosque andino patagónico, incluyendo el bosque templado lluvioso o Bosque valdiviano y el Bosque magallánico y el Archipiélago Juan Fernández e Islas Desventuradas (ver Chile insular), es un refugio para la flora Antártica antigua que incluye los árboles del género Nothofagus, denominados Hayas del sur, Podocarpus, Alerces (Fitzroya cupressoides), y a las gimnospermas del género Araucaria (Araucaria araucana).

estos bosques magníficos están en peligro por el reemplazo rápido y creciente con pinos no nativos o exóticos y eucalipto.
América del Sur era originalmente parte del supercontinente de Gondwana que incluía Africa, Australia, India, Nueva Zelanda, y Antártica, y la región neotropical comparte muchas plantas y linajes de animales con estos otros continentes, incluso los mamíferos Marsupiales y la flora Antártica. Después de la última separación de la Gondwana, América del Sur se dirigió al norte y hacia el oeste, y se unió posteriormente con América del Norte por la formación del Istmo de Panamá que permitió un intercambio biotico entre los dos continentes denominado el Gran Intercambio Americano. Las especies ancestrales de Sudamérica como los antepasados de la zarigüeya de Virginia (Didelphis virginiana) y los armadillos pasaron a América del Norte, y a los mamíferos ancestrales norteamericanos como los camelidos de América del Sur, incluso la llama (Lama glama), emigraron hacia el sur. El efecto a largo plazo de este intercambio fue la extinción de muchas especies Sudamericanas, principalmente por el superposición de habitat con las especies norteñas.
Treinta y una familias de aves son endémicas al la región neotropical, el doble de cualquier otra ecozona. Ellas incluyen las Rheas, los tinámidos, los tucanes. Las familias animales autóctonas originalmente únicas del Neotrópico incluyen:
Orden Xenarthra: armadillos y perezosos
Monos del nuevo mundo o platyrhinos
los roedores caviomorfos Caviomorpha, incluyendo Capibara, los conejillos de Indias Familia Caviidae, las chinchillas
las zarigüeyas (Didelphimorphia) (orden Didelphimorphia), y otras algunas zarigüeyas o comadrejas primitivas del (orden Paucituberculata) y el raro "monito del monte" (Dromiciops australis), marsupial del orden Microbiotheride, emparentado con los marsupiales australianos.
Picaflores (familia Trochilidae)
Especies de plantas originales que incluye el Neotrópico.
Papa (Solanum tuberosum) y el tomate (Solanum lycopersicum)
Cacao (Theobroma cacao), de donde se obtiene el chocolate